jueves, 30 de noviembre de 2017

Perra gruñe al vientre de su dueña embarazada – entonces ella descubre algo terrible y va al hospital

Los perros son seres maravillosos muy inteligentes capaces de detectar cuando algo no anda bien; también pueden percibir nuestro estado de ánimo e incluso mejorarlo, además, logran identificar cuando una mujer está embarazada y cuando esta es su dueña, se encargan de protegerla.

Eso es precisamente lo que hizo Keola. Esta es una perrita que vive con Ricky y Alhanna, su familia humana, en South Yorkshire, Inglaterra. El matrimonio siempre la ha considerado parte de la familia, así que cuando Keola presintió que Alhanna estaba embarazada, comenzó a protegerla y quería estar siempre a su lado, esperaba ansiosa la llegada del nuevo integrante.
Era claro que la perrita se sentía emocionada por la llegada del bebé, siempre se acurrucaba en el vientre de Alhanna que crecía más conforme pasaba el tiempo, pero un día todo cambió.

Keola comenzó a comportarse indiferente ante el vientre de su dueña, se frotaba en él y lo empujaba como queriendo mostrar algo y aullaba sin control.
En ese tiempo, Alhanna comenzó con fuertes dolores en la espalda y cuando acudió con un médico, estos no encontraron nada malo, entonces pensó que quizás era el aumento del bebé en su vientre.
Después la mujer volvió a su hogar tras varios estudios que los médicos le realizaron, pero Keola mostró el mismo comportamiento pero con más intensidad, incluso se sentaba frente a ella y la miraba fijamente, Alhanna estaba preocupada y no sabía que pensar, ¿por qué su perra se comportaba de esa manera?

Entonces sacó una fotografía de Keola y la compartió en Facebook tratando de saber lo que le ocurría, rápidamente sus amigos le aconsejaron que no ignorara el comportamiento de esta pues los perros tenían un instinto especial y sabían cuando algo no andaba bien.
Keola continuó muy extraña y de nueva cuenta Alhanna decidió hacerse más estudios para saber si todo estaba bien con ella y el bebé. Esta vez sí encontraron algo, los presentimientos de Keola no fallaron.

Alhanna tenía una infección doble en el riñón por lo que su vida estaba en peligro y también la de su bebé, sin embargo, gracias a los constantes avisos de Keola fue posible tratar el problema a tiempo y por fortuna todo salió bien, el bebé llegó al mundo sin ninguna complicación y Alhanna mejoró.
La perrita simpatizó rápidamente con el bebé, mismo al que llamaron Lincoln y así como ha cuidado siempre a su madre, ahora también lo cuida a él, seguramente serán amigos inseparables.

Ricky y Alhanna no pueden sentirse más agradecidos pues gracias a los avisos de Keola, ahora la familia está completa. Una inteligente y protectora perrita que demostró cuanto era capaz de querer.

No podemos negar la grandeza de esta heroína de cuatro patas, definitivamente tener un perrito en casa es la mejor decisión que podemos tomar, sin embargo, no debemos olvidarnos de cuidarlos, respetarlos y amarlos, de esta forma ellos multiplicarán todo lo que les demos.

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