viernes, 3 de noviembre de 2017

Abandonaron a esta anciana en una carretera. Gracias a un extraño y a Facebook, halló un hogar

En la India, cientos de ancianos mueren abandonados por sus familias. Sin el amparo familiar, sin hogar, dinero, comida, amigos a los que recurrir, ellos se ven abocados a una terrible muerte.

Esa es la lamentable historia de esta señora. Su familia la desechó cual objeto que ha caducado. Para ellos, mantener a una mujer era un peso que implicaba solo desperdiciar el dinero; si, a fin de cuentas, era una vida que llegaba casi a su punto final.
Pareciera, entonces, que la ancianidad significa que llegó nuestra fecha de caducidad: empezamos a ser inservibles para nuestra sociedad, nos convertimos en un estorbo.

Esta señora se estaba muriendo de hambre, frío, soledad y tristeza. Abandonada en un rincón de la carretera, esperó la muerte.
Pero su vida estaba a punto de cambiar. Un hombre pasó un día cerca de donde ella se hallaba. No pudo evitar voltear el rostro y verla inmóvil, cadavérica y sola. Se angustió y se acercó a ella. Le dio comida y agua.
Cuando regresó, este hombre volvió a ver a la señora. Esta vez, no pudo evitarlo y se acercó a ella y le habló. Un grupo de personas que se encontraban cerca le comentaron que ella llevaba días, semanas, abandonada.

Este hombre no podía marcharse y dejarla allí. Entonces, le pidió ayuda al grupo de personas que, como él, también parecían preocupadas por el destino de la señora. Entre todos, acordaron buscar ayuda con las ONGs.
En menos de 12 horas, este hombre se movilizó para sacarla de las calles. Subió un post a Facebook pidiendo ayuda.
Pronto, comenzaron a llegar comentarios y proposiciones. Así, la señora fue transferida a un hospital y cuando se recuperó fue admitida en un hogar para ancianos.
A veces, la caridad humana y la solidaridad emergen de extraños y situaciones contingentes. Lo más importante es que siguen existiendo personas para las cuales la vida ajena es también importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario