Una pareja se trasladó a vivir a un nuevo apartamento. Por la mañana, la esposa inmediatamente después de despertar, se acercó para contemplar la vista desde la ventana.
Miró a su alrededor y vio como la vecina del frente, colgaba la ropa en el balcón.
Mira lo sucia que esta su ropa… le dijo ella a su marido.
Sin embargo, éste con entusiasmo continuaba leyendo el periódico, y parecía incluso, que no había escuchado sus palabras.
Ella, por lo que veo no tiene detergente de calidad, o no sabe cómo lavar. ¡Es necesario aconsejarla!
Y así continuo durante unas cuantas semanas. Cada vez que la vecina de la casa del frente colgaba la ropa, su esposa se sorprendía una vez más y comentaba que la ropa estaba sucia.
Pero una vez, en una mañana soleada, se dirigió a la ventana y exclamó con asombro:
- Oh! Hoy la ropa está completamente limpia e incluso blanca como la nieve. ¡En mi opinión, nuestra vecina, finalmente aprendió a lavar!
No, ese no es el problema — dijo el marido — simplemente esta mañana me desperté un poco más temprano y lave la ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario