martes, 14 de noviembre de 2017

Descubren en el virus de la rabia una posible cura para el cáncer

La rabia es una infección viral a menudo mortal, que se propaga principalmente por medio de animales infectados a través de la saliva. Este virus puede ser trasmitido a cualquier mamífero, aunque los vectores de transmisión más comunes son perros, gatos y murciélagos en zonas urbanas o rurales.

Es uno de los virus más temidos por los humanos, pero sorprendentemente estudios recientes demostraron que podría ser la cura del cáncer. 
Científicos de la Universidad de Sungkyunkwan en Suwon, Corea del Sur, realizaron una ardua investigación en la cual analizaron detalladamente la capacidad que posee el virus de la rabia de viajar por las células nerviosas e infectar el tejido cerebral. Centraron su investigación en intentar repetir este proceso para transportar nanopartículas y destruir posibles tumores. Estas pequeñas partículas tienen la capacidad de destruir los tejidos blandos del cuerpo por medio del láser.

“Las nanopartículas recorrieron el mismo camino que el virus de la rabia a través del sistema nervioso central, eso haría a estas proteínas buenos candidatos para el tratamiento de otros tipos de cáncer", dice Dr. Youn, líder de la investigación.   
El organismo posee una barrera denominada hematoencefálica, la cual impide el ingreso de la mayoría de los patógenos que viajan a través del torrente sanguíneo. El virus de la rabia sería uno de los agentes que pueden cruzar esta barrera. Por tal motivo, los científicos analizaron en profundidad este recorrido a modo de inspiración.

El equipo de trabajo de Universidad de Sungkyunkwan en Suwon fusionó las nanopartículas de oro con la fisionomía del virus de la rabia e idearon partículas esféricas que permite unirse con los receptores de las células nerviosas, que sirven como puerta de entrada al sistema nervioso. La peculiaridad de estos agentes son sus pequeñas barras de oro que tienen la capacidad de absorber la luz láser y con el calor permiten destruir el tejido circundante, según afirma un articulo publicado en Science.
"En el cuerpo tenemos millones de células, algunas de ellas pueden estar enfermas, crecer descontroladamente, no recibir suficiente irrigación, etc. En ese caso, pueden entrar en acción las nanocápsulas en las cuales se introduce el remedio y sensores (anticuerpos, biomoléculas). Esas biomoléculas reconocen determinado tipo de tejido, de órgano, o de célula que está enferma, ya que expresa alguna señal en la parte externa. Por lo tanto, con eso es posible hacer que 'aterrice' directamente en la célula adecuada. Sobre esa nanopartícula puedo poner una especie de control remoto o activarla desde afuera con un rayo láser o con una descarga (magnética o eléctrica). Por ejemplo, puedo tener una partícula de oro que, cuando es irradiada con un rayo láser o un infrarrojo, vibra, se calienta localmente y puede expulsar moléculas".
Aunque no se ha profundizado aún en esta cura, podría representar un punto de partida para próximas investigaciones que ayuden a mejorar la vida de las personas enfermas con cáncer.

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