jueves, 7 de diciembre de 2017

Cómo afectan los videos virales de animales en la vida salvaje

El lémur de cola anillada quiere que le rasquen la espalda, y cuando dos niños acuclillados a su lado dejan de hacerlo, el animal habituado toca el punto, como exigiendo que sigan frotando. Es un video YouTube grabado en la isla africana de Madagascar, el cual se volvió viral la semana pasada, y ha aparecido en Twitter, el programa TODAY Show, Mashable y otras partes.

Su popularidad es comprensible. Con ese pelaje afelpado y su mirada adorable, el pariente lejano de los simios es irresistible. Y a simple vista, el video es realmente gracioso: no todos los días ves un animalito mandón exigiendo que le rasquen la espalda.

Pero en opinión de los ambientalistas, la grabación nada tiene de linda o simpática, porque pasa por alto el contexto crucial que demuestra las graves amenazas que encaran los lémures, dice Kim Reuter, bióloga de la conservación en la oficina de Nairobi de Conservation International, organización no lucrativa. “Lo único que ves en el vídeo son dos niños encantadores y un lémur adorable”, dice Reuter, añadiendo que los videos virales atizan la demanda de estos animales salvajes.

Los lémures viven eminentemente en Madagascar, y están desapareciendo de los bosques secos que solían poblar. Los lémures de cola anillada y muchas otras de las más de cien especies de lémures se encuentran en peligro de extinción, sobre todo por la destrucción de sus hábitats, pero también por el comercio de especies exóticas.

Según una investigación publicada el año pasado, en los últimos cinco años se han detectado alrededor de 28,000 lémures tenidos como mascotas domésticas. A principios de este año, National Geographic informó que incluso algunos hoteles de Madagascar mantienen lémures como mascotas como un medio para atraer huéspedes. También se ha establecido que los propietarios privados prefieren los lémures de cola anillada.

Además de que la ley malgache prohíbe la posesión de lémures sin un permiso –cosa que tienen muy contados hoteles-, es importante enfatizar que estos animales no son mascotas adecuadas. Reuter señala que muchos propietarios no saben cuidar de un lémur arrancado de su hábitat natural. A menudo les proporcionan alimentos indebidos, y los exponen a enfermedades que no contraerían en circunstancias normales. Y como los lémures pueden volverse agresivos con la edad, sus propietarios a veces terminan matándolos.

“Videos como este socavan todas las iniciativas de conservación que han estado esforzándose en comunicar el mensaje de que los lémures son animales salvajes en peligro de extinción”, acusa Reuter.

Y no solo son lémures los que terminan envueltos en el frenesí de los medios sociales. Imágenes de tendencia crean la falsa impresión de que todo tipo de animal amenazado podría ser una mascota aceptable, solo porque es lindo. Tomemos el caso del tití pigmeo, un mono pequeño en peligro de extinción, con gran demanda en las tiendas de mascotas chinas y que casi siempre muere en cautiverio. O los perros mapache, animales que parecen mapaches, pero que en realidad son miembros salvajes de la familia de los cánidos, como los zorros y los lobos, y que pueden diseminar enfermedades y volverse muy difíciles de controlar.

En cuanto al video del lémur, es imposible saber cuál será su impacto en el comercio de mascotas exóticas (aunque Reuter señala que, desde que se publicó el video, su equipo ha contado infinidad de tuits de personas interesadas en ellos como mascotas). Sin embargo, la historia demuestra que hay buenas razones para preocuparse.

Un estudio de 2011 reveló que la gente tenía más probabilidades de pensar que los chimpancés serían mascotas estupendas si veían imágenes de estos primates parados junto a una persona. Y en 2013, un equipo de investigadores descubrió que casi 10 por ciento de 12,000 comentarios sobre un vídeo viral de 2009, que presentaba a un loris lento pigmeo (un pequeño primate asiático amenazado), mencionaban que querían tener un loris lento como mascota.

“He estudiado al loris lento durante mucho tiempo, y el video provocó un cambio radical –informa la autora principal de la investigación, Anna Nekaris, primatóloga de la Universidad Oxford Brookes, Reino Unido, en entrevista con Live Science-. Antes del video de YouTube, nadie sabía qué era un loris, pero ahora todo el mundo los conoce”.

Nota del editor: Decidimos publicar el video viral con este artículo porque queremos que el lector sepa qué muestra, qué oculta, y que entienda por qué esta forma de popularización extrema de la actividad animal es negativa para la vida salvaje.

Este reportaje fue producido por la Unidad de Investigaciones Especiales (SIU) de National Geographic, dedicada a los crímenes contra la fauna. El informe fue posible gracias a las becas otorgadas por la Fundación BAND y el Fondo Woodtiger.


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