domingo, 3 de diciembre de 2017

Acostúmbrate a no necesitar de nada ni de nadie

Cuando nos hacemos presos de algo o de alguien estamos totalmente vulnerables a lo que trae consigo esa sensación de apego, de necesidad, de fragilidad ante algún cambio, procura que tu vida esté más bien marcada por la libertad y el disfrute, por valorar lo que tienes y por aligerar tu equipaje lo más posible.

Esto no quiere decir que no ames, esto no quiere decir que no te emociones con una relación, ni que ese auto nuevo no lo veas como una gran meta o un gran triunfo, lo que quiere decir es que no lo hagas necesario en tu vida para ser feliz, para continuar, para crecer, para vivir…

Pocas cosas son absolutamente necesarias y afortunadamente esas cosas pueden aunque pueden sin mayor dificultad estar presentes en nuestras vidas… Ésas son nuestras necesidades primarias, pero más allá de ellas, somos nosotros quienes determinamos qué es lo que resulta o no necesario en nuestras vidas.

Por eso trabaja por lo que quieres mientras vas disfrutando para conseguirlo, enfócate en lo que tienes ahora, sin pensar en cómo fue en el pasado o en la posibilidad de perderlo o agrandarlo en un futuro. Sé agradecido, agradece todas las oportunidades que se te presenten, aunque algunas de ellas solo las veas pasar.
Ama a tus seres queridos con locura, pero sin necesidad, todo es transitorio y de alguna forma todas las relaciones cambian, adáptate a cada una de las formas que se te presenten y fluye con la experiencia de compartir tus espacios con la vida de alguien más y disfruta, quiere, cuida y ama mientras tengas esa oportunidad.

No se trata de actuar con ligereza, se trata de actuar con sabiduría, con fluidez ante la vida, mientras menos nos aferremos a las personas o a las cosas, menos disfrutaremos de ellas, más estaremos pensando en cómo actuar para conservarlas, sin vivir el presente.

Vivir en el ahora nos carga de energía, evita que nos preocupemos por llenar nuestro equipaje para épocas de austeridad, obviamente creciendo cada día, pero sin obsesionarnos con el futuro. Vivir plenamente lo único que tenemos que es el ahora nos trae a la consciencia de que hay más que hacer, que de nada sirve acumular amor, acumular riqueza, acumular sonrisas, si no las usamos en este momento, su uso es incierto.

Algunas personas confunden esto con irresponsabilidad, y no se trata de eso, todos debemos trazarnos un plan y de hecho tratar de asegurarnos de que lo que hagamos día tras día nos haga felices y nos acerque más al punto donde queremos estar, el secreto a vox pópuli es meditar en movimiento, procurar estar en este momento y no divagando entre nuestro pasado y nuestro futuro, hice aquello, debo hacer esto… sino más bien ahora estoy leyendo este artículo y concentrar mis sentidos y mi mente en este momento, ahora no hay nada más, esto es lo que está ocurriendo y todo lo demás solo está en mi mente.

“SI ERES FELIZ, SI VIVES CADA MOMENTO, APROVECHANDO AL MÁXIMO SUS POSIBILIDADES, ENTONCES ERES UNA PERSONA INTELIGENTE. ”
― WAYNE W. DYER

No te aferres, deja ir lo que tengas que dejar ir, fluye con lo que debas fluir, no te resistas ni siquiera a sentir dolor porque eso lo hará más persistente, acepta, perdona y recuerda que estás totalmente completo, que tienes la capacidad de hacer con tu vida lo que quieras, que nada ni nadie es necesario para que te sientas pleno y feliz.

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