El fotógrafo estadounidense Jame Balog y su equipo se encontraban de viaje en Groenlandia. Varios años atrás, colocaron cámaras alrededor del círculo polar ártico y ya habían logrado reunir bastante material sobre los cambios en el hielo.
Un día, mientras se encontraban instalando su equipo para realizar un documental tuvieron que esperar un poco más de tiempo a que el clima mejorara para obtener tomas más hermosas del impresionante paisaje glaciar. No esperaban capturar nada excepcional, pero de repente, justo enfrente de ellos, una parte de la capa de hielo empezó a moverse…
Balog nunca había estado totalmente convencido de que el cambio climático se debiera a causas humanas. En el documental de 2012 Chasing Ice habló sinceramente sobre el tema: “No creo que el hombre sea capaz de alterar los principios fundamentales de la física y de la química del planeta entero. No parece probable, no parece probable”.
Pero después de ver con sus propios ojos cómo un fragmento de hielo de muchos miles de años de edad, del tamaño de Manhattan, simplemente se rompía y se hundía en el mar, cambió de opinión completamente.
Se nos olvida muy fácilmente que estamos viviendo en un planeta activo y que nuestra conducta tiene un fuerte impacto sobre él y sobre todos sus habitantes.
¡Ha llegado el momento de reconocerlo y empezar a cambiar las cosas!
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