Muchas veces la vida tiene ese toque de ironía que nos encanta. En esta ocasión, ese karma nos lo ha dado una montaña. Más concretamente el Pico de Alba, en Huesca. Allí, unos valientes y jóvenes (19) independentistas, emprendieron la marcha para escalar la montaña con sus propios medios (3.000 metros) y coronar uno de los picos más altos de Aragón (debe ser que Cataluña no tiene sitios que coronar) con una estelada en nombre de la República Catalana.
Pues bien, como era de esperar, los pipiolos se perdieron en la montaña y su familia comenzó a preocuparse de su ausencia, por lo que se pusieron en contacto con las autoridades de los alrededores, hablándoles de sus intenciones.
Los agentes localizaron su coche cerca de la falda de la montaña, por lo que pusieron en marcha un dispositivo de rescate con un helicóptero, especialistas de montaña y un equipo médico. Tras pasar la mañana y la tarde revisando, la búsqueda se alargó hasta la noche. A eso de las 22, el helicóptero encontró a los ingenuos valientes agarrados con cuerdas a la montaña y en malas condiciones de salud.
Por culpa de la oscuridad, el helicóptero no pudo sacarlos inmediatamente y fueron los Guardias Civiles encargados de la búsqueda los que pasaron con ellos toda la noche. En amor y compañía. Por supuesto primero atendieron su salud, los alimentaron y los protegieron del frío. Para ello, usaron la estelada a modo de manta. ¿Os imagináis qué bonita la estampa? Dos inependentistas y dos guardias civiles, de uniforme, todos ellos acurrucados bajo una estelada.
A la mañana siguiente el rescate se hizo efectivo y los aventureros pudieron volver a su casa. Eso sí, con la lección bien aprendida de para qué vale la benemérita y desde leugo, sin ganas de coronar ningún monte más con una estelada.
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