viernes, 1 de diciembre de 2017

6 años después de criar a los gorilas, conocen a su esposa: A pesar de las advertencias ella se acerca demasiado

Damian Aspinall, un millonario y defensor de los derechos de los animales, presentó a su actual mujer a dos de sus viejos amigos. Damian lo hizo con toda la tranquilidad del mundo, pues no pensaba que sus dos amigos tratarían de arrebatarle a su esposa, ¡y menos aún teniendo en cuenta que son gorilas!

Desde que los gorilas Djalta e Ima eran bebés fueron educados por Damian hasta que cumplieron 12 años, momento en el que tuvieron que ser soltados en la selva, su hábitat natural.

Seis años más tarde, llegó el momento del reencuentro, en su ambiente natural. Damian quería presentarles a su esposa, Victoria.

Eldsjälen Damian Aspinall lleva años dirigiendo una organización preocupada por cuidar y proteger a los gorilas heridos u otros problemas, hasta que estén preparados para ser devueltos a su ambiente natural.

A lo largo todos estos años, Damian ha podido aprender mucho sobre estos animales y ha creado una unión muy especial con ellos. Pero él era sabía que su esposa no estaba acostumbrada a estar con gorilas, y le preocupaba que a Djalta y Ima no les gustase ver a una desconocida.

Después de pasar por las aguas cubiertas de cocodrilos, la pareja llegó finalmente hasta el nuevo hogar donde viven los gorilas.

Como los gorilas acababan de preparar y organizar su nuevo hogar, no estaban muy seguros de cómo se tomarían la nueva visita.

Se acercan a pesar de las advertencias

En un primer momento, parecía que los gorilas habían olvidado a Damian, habían pasado 6 años desde la última vez que se habían visto. Y bueno, eso podía ser un problema… Los gorilas pueden ser realmente fuertes y agresivos.

Sin embargo, estos grandullones recibieron a Damian con los brazos abiertos.

Pero… ¿Y a su esposa?

A continuación, te mostraremos el vídeo en el que puedes ver ese primer encuentro… No quiero adelantar mucho, solamente voy a deciros que ¡es un encuentro que no va a olvidar nadie nunca!


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