El Gobierno de Islandia ha aprobado una reforma legislativa que obligará a las empresas a demostrar que no discriminan a las mujeres con menores salarios que los hombres desempeñando el mismo cargo. La norma entrará en vigor en 2020 y el Ejecutivo se marca el objetivo de erradicar la brecha de género en 2022. La ley también afectará a la diferencia sueldos que se produce en el país por etnia o nacionalidad.
Islandia está en cabeza en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres por iniciativas legislativas como la que acaba de aprobar el Gobierno. El gabinete de Bjarni Benediktsson ha presentado en el Parlamento una ley integral para terminar con la discriminación en salarios por sexo, etnia o nacionalidad. Las empresas con más de 25 empleados tendrán que certificar en sus cuentas anuales a la Administración que sus trabajadores cobran lo mismo en el mismo puesto de trabajo.
El Ejecutivo se ha marcado el objetivo de eliminar la brecha salarial en 2022. El ministro de Igualdad y asuntos exteriores, Thorsteinn Viglundsson, ha afirmado que las medidas adoptadas en los últimos años para poner solución a este problema como “la baja por paternidad obligatoria o la cuota del 40% en los consejos de administración”.
Viglundsson ha reconocido que la iniciativa cargará más de burocracia a las empresas del país, “pero es un paso necesario para luchar contra la injusticias”, ha declarado al diario británico The Independent.
Según el Foro Económico Mundial, las mujeres islandesas ganan entre un 14% y un 18% menos que los hombres ocupando el mismo puesto. A pesar de esto, Islandia, en los últimos 8 años, es líder del ranking de menor desigualdad de género.
Aunque ha habido críticas en la oposición por la medida, ha tenido buena acogida por la opinión pública, acostumbrada a defender las posiciones feministas. En 1975, el 90% de las mujeres del país colaboraron en una huelga general en la que exigían igualdad de género en derechos sociales.
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