miércoles, 20 de diciembre de 2017

Violó a una gallina hasta matarla. Sus motivos fueron tan absurdos como miserables

El abuso contra los animales se ha vuelto imparable. La falta de estamentos jurídicos que sancionen el comportamiento humano sobre los animales, y la falta de compasión que caracteriza a la generación actual han provocado verdaderos estragos en la población animal, la cual se ve vulnerada día tras día en la industria textil, de alimentos e incluso la lechera. Pero como si esto no fuese suficiente, hoy son cada vez más las personas que siguen pensando que los animales no sienten y que fueron dispuestos en la Tierra para que fueran nuestros.

Y es que debido a la falta de leyes que establezcan a los animales como seres que sienten, la gente no siente temor en arremeter contra ellos. Todos aquellos quienes torturan a sus mascotas, las utilizan como sostén económico o incluso, quienes disfrutan viendo una pelea de gallos, en donde los animales son lanzados a un sitio con cuchillos en sus patas, no reciben sanciones más allá del repudio a través de redes sociales.

Hasta los zoológicos representan un serio peligro para los animales, quienes son forzados a dejar su hábitat natural y ser expuestos en diminutas jaulas, en donde la gente paga por verlos encerrados. De hecho, ya existen decenas de situaciones en las cuales se ha decidido matar a un animal, sólo por proteger a las personas que vulneran las limitaciones de seguridad de los recintos.

Hoy, un nuevo hecho escandaliza al mundo, en el cual un sujeto de 18 años, identificado como Kevin Simiyi y proveniente de la localidad de Bungoma, en Kenya, fue arrestado tras violar a una gallina hasta matarla. El repudiable hecho fue alertado por el dueño del animal que murió por agotamiento a los minutos después de haber sido abusada sexualmente. 
Con el propósito de obtener una sentencia más baja, el acusado explicó que decidió abusar de la gallina, luego de sentirse avergonzado de conocer chicas y entablar una conversación con ellas. Luego de admitir el hecho, Simiyi explicó que además del temor, su situación económica le representaba un severo impedimento. 

“Siento miedo de acercarme a las mujeres por mi extremo nivel de pobreza. Siento que estar con una mujer es muy caro”.
Tras ser enjuiciado por el tribunal de Bungoma, el juez del caso lo sentenció a 15 meses de presidio efectivo en la prisión de la misma localidad, por el delito de “bestialidad”, luego de enterarse por las declaraciones de Judith Nasimiyu, quien era la propietaria de la gallina, que el animal murió por agotamiento un par de horas después de haber sido encontrado

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