Las recientes declaraciones del director de la película “El Ultimo Tango En París” han sacudido a Hollywood estos últimos días, y es que la confirmación de que Bernardo Bertolucci, director de la película se había coludido junto a Marlon Brando para “violentar” sexualmente a María Schneider de 19 años ha sacado ronchas en el séptimo arte.
Si bien en sus ultimas declaraciones intento apaciguar la aguas, corrigiendo que en la famosa escena de la violación “no hubo penetración”; es necesario aclararle al director que cualquier acto forzado con el cuerpo de otro ser humano es violación, por lo tanto, si hubo una transgresión hacia la actriz, ya que Marlon Brandon tocó inapropiadamente los genitales de la actriz, todo esto planeado junto al director y fuera de libreto.
Como muchas ocasiones el poder jugó un papel fundamental en este caso, ya que él era la estrella más poderosa del mundo y ella apenas comenzaba su carrera. Y aún al sentirse violentada, no pudo hablar del tema por temor a que la industria la rechazara.
Pero Maria Schneider no fue la única que sufrió deshonras de parte de directores, productores o colegas. De hecho, estas actrices que te mostraremos también tuvieron que sufrir acoso sexual e incluso violencia física en los filmes. Solo pocas lograron denunciar, años después, lo que les pasó.
Tippi Hedren y Alfred Hitchcock en “Los Pájaros” (1963)
Luego de los ataques de las reales aves, la mujer quedó lastimada. A pesar de eso repitieron la escena 5 días después, aún cuando la actriz quedó incapacitada por un médico, pero Hitchcock no le permitió tomarse la licencia. El calvario continuó después de realizar la película, ya que este le cerró las puertas de Holywood.
Vivien Leigh en “Un tranvía llamado deseo” (1951)
La afamada actriz hizo su segunda gran interpretación después de “Lo que el viento se llevó” al personificar a la decadente e inestable Blanche Dubois, junto a (qué coincidencia) Marlon Brando, quien también graba una escena final en donde viola a la mujer.
Ella ya tenía problemas como bipolaridad y depresión y el famoso método de Kazan la llevó al límite, a darlo todo. La exigía al máximo.
Si bien la actriz ganó el Oscar por su interpretación, las secuelas fueron graves, ya que quedó con profundos problemas mentales luego de la película. Su esposo, el famoso actor británico Sir Laurence Olivier, acusó a Elia Kazan, director del film, de lo que le pasó a su mujer, que no volvió a ser la misma.
Natalie Wood y Elia Kazan en “Esplendor en la Hierba” (1961)
El director Elia Kazan, vuelve a hacer de las suyas en un nuevo film y contra gran actriz, la famosa Natalie Wood quien le tenia fobia al agua.
Como Kazan solía exigir a sus actores a dar todo de sí, engañó a Natalie para meterse en la bañera y filmarla en el peor estado de su fobia. Ella grita, se revuelca y da una lección de actuación, llena de terror. Sin embargo, Natalie nunca habló contra Kazan. Irónicamente, murió ahogada en 1981.
Joan Crawford vs Bette Davis y Robert Aldrich en “¿Qué fue de Baby Jane?” (1963)
Fueron dos de las divas más reconocidas de Hollywood de los 40. Ellas se odiaban, sin embargo en los 60′, veinte años despues de su exitosa carrera, las dos ya estaban acabadas en el mundo de Hollywood. Fue en esos momentos cuando se reunieron para interpretar a dos hermanas decrépitas encerradas en una casa que quieren acabar la una con la otra.
El director Robert Aldrich conocía la rivalidad de las actrices y dejó que llegaran casi hasta matarse para fines artísticos: Joan Crawford se llenaba los bolsillos de piedras para que cuando Davis la arrastrara, le doliera la espalda. Davis, en venganza, golpeó la cabeza de Craword y necesitaron puntos para curarla, además ella nunca se quitaba el maquillaje para horrorizar a Crawford.
Todas las humillaciones sirvieron para las escenas de la película y se vendió como el circo de dos actrices “decadentes”.
Mónica Bellucci y Gaspar Noé en “Irreversible” (2002)
La actriz protagoniza la escena más perturbadora de violación que se haya visto en las películas, en el film “Irreversible” donde el director graba todo en un plano único. si bien la actriz nunca llegó a experimentar el horror vivido por Maria Schneider en “El último tango en París”, la experiencia fue perturbadora.
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