jueves, 2 de noviembre de 2017

No te arrepentirás: 5 posturas Tao para que tú y tu pareja se conecten mejor en la intimidad

La regulación y el acto sexual controlado es una de las características más conocidas del Taoismo, un sistema de filosofía de vida que nació hace más de dos mil años y fue creado por Lao-Tse. Para los taoístas el sexo es un acto sublime, que no está asociado a la culpa moral ni a ningún morbo, sino que es una oportunidad de fortalecer la vitalidad y la salud.
Las distintas posturas sexuales del Tao, sirven para curar ciertas dolencias de huesos y articulaciones, problemas de circulación, incluso influyen en la falta de regularidad en el ciclo menstrual. Además los taoístas indican que su práctica constante provee creatividad, belleza y longevidad. Entonces qué esperas para practicar estas cinco poses:

1.- El dragón. La mujer boca arriba y el hombre se coloca encima. Ella levanta su pelvis para un mejor estímulo dado que, según el Tao, el hombre debe penetrarla ocho veces con poca profundidad y lentamente, para estimular el punto G femenino, y luego debe hacerlo profundamente, dos veces más. Se sigue con este ritmo hasta el orgasmo de la mujer.

2.- La cigarra. La mujer se acuesta sobre el vientre con las piernas algo abiertas, y el hombre se coloca encima, sobre su espalda. Es necesario que la mujer levante un poco sus nalgas. El varón debe autosostenerse apoyando sus brazos en la cama, sin descargar su peso sobre la mujer. El hombre debe realizar nueve penetraciones y repetirlas seis veces. Con estos movimientos la mujer logra una gran excitación, y el orgasmo anticiparse.

3.- El mono que salta. La mujer se encuentra recostada de espaldas, y coloca sus piernas sobre los hombros del varón, quien se encuentra arrodillado frente a ella. En esta postura también es el varón el que domina los movimientos. El empuja, profundamente, sin moverse. Si bien los movimientos son acotados, la contemplación de la excitación y el orgasmo del otro es lo que lo hace interesante.

4.- El tigre al acecho. En esta postura la mujer se coloca de rodillas, sosteniéndose con las manos en la cama, mientras que el varón se coloca por detrás también arrodillado. La mujer debe quedar levemente inclinada hacia adelante con la cabeza baja. El hombre la toma por la cintura y la penetra con fuerza al principio y luego se retira penetrándola, nueve veces en forma superficial y una de manera profunda. Esto permite que la mujer se excite por el masaje que se produce en el Punto G. Una vez alcanzado el orgasmo de la mujer, el hombre buscará el suyo con penetraciones más profundas. En esta postura, la mujer hace de sostén del hombre, lo que le da un gran protagonismo, ya que hace de cimiento de la relación.

5.- Estilo peces. En esta posición el hombre tiene que estar recostado sobre la cama, con las piernas extendidas, mientras la mujer se “monta” frente a él, mientras hace movimientos con la pelvis. El hombre penetra suavemente y siempre con poca profundidad. Una vez que finaliza el acto sexual, se recomienda a la pareja no alejarse del compañero, ya que es un instante de extremada sensibilidad que conviene compartir juntos, cuerpo a cuerpo, intercambiando las experiencias positivas de haber disfrutado el momento.

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