Muchos factores importantes en nuestro organismo son controlados por las hormonas. Por eso, cuando por algún motivo se interrumpe su producción, esto se ve reflejado en nuestro estado anímico, conducta y aspecto físico. Pero ¿cómo entender que estamos ante un problema hormonal y qué hormonas exactamente son las que fallan?
1. Espinillas y acné
Las espinillas y los puntos negros pueden aparecer debido a los poros tapados. Sin embargo, los médicos advierten que la aparición repentina de acné muy a menudo está relacionada con los cambios hormonales en el organismo. Por ejemplo, un nivel demasiado bajo de los andrógenos causa acné en todo el cuerpo. Esto mismo podemos observar en los adolescentes que batallan para deshacerse de los granos.
2. Dolores de cabeza frecuentes
De acuerdo con los endocrinólogos, el motivo de los dolores de cabeza frecuentes, además del estrés y cansancio, puede ser el nivel bajo de estrógenos. Los estrógenos son las hormonas femeninas que se producen en los ovarios y controlan los procesos metabólicos en el cerebro y en la médula espinal. Por eso su deficiencia o exceso puede ser causa de migraña y mal humor.
3. Insomnio frecuente
El insomnio es una señal de alarma, porque puede estar relacionado con la deficiencia de la hormona progesterona. La especialista del sueño, Dra. Traci Johnson dice que la progesterona es un relajante natural. Calma, tranquiliza y mejora el sueño. El cambio de su nivel provoca insomnio.
Según la Academia de la Medicina Psicosomática, los estrógenos y la progesterona disminuyen drásticamente después del parto. Por eso algunas mujeres experimentan problemas con el sueño durante esta época. En otros casos esto no debería suceder.
4. Sudoración excesiva
La sudoración excesiva y el calor son unos de los signos más obvios de que algo marcha mal con el equilibrio hormonal. Las hormonas controlan la temperatura de nuestro cuerpo, por eso si están desbalanceadas, podemos sentir “ráfagas” de calor.
Según los médicos, este síntoma es típico antes y después de la menopausia, cuando el nivel de las hormonas no es constante. En la vida diaria, esta señal puede indicar que algo anda mal con el organismo.
5. Cansancio crónico
Todos nos cansamos de vez en cuando, pero si te sientes agotada incluso cuando descansas, puedes estar ante una señal de un desequilibrio hormonal.
Los doctores de Maryland dicen que el cansancio crónico puede estar relacionado con los problemas en la producción de las hormonas de la tiroides.
6. Cambio drástico de peso
Durante un desequilibrio hormonal el organismo puede subir de peso, independientemente de los alimentos que consumas. La deficiencia o el exceso de la producción de ciertas hormonas hace que nuestro cuerpo acumule grasa y pierda masa muscular.
Por ejemplo, el nivel alto de estrógenos, cortisol e insulina en combinación con un nivel bajo de testosterona pueden provocar la acumulación de grasa abdominal. Mientras el nivel bajo de las hormonas de la glándula tiroides ralentiza el metabolismo, lo cual también produce el aumento de la masa corporal.
7. Pérdida de cabello
En la caída excesiva del cabello pueden influir las hormonas de la tiroides, insulina o testosterona. Por ejemplo, la hormona testosterona hace a los hombres grandes y “velludos”.
En mujeres, el exceso de la testosterona, por lo general, provoca alopecia. Bajo ciertas circunstancias, la dihidrotestosterona busca “matar” los folículos, lo cual provoca la pérdida de cabello en mujeres.
8. Problemas de digestión
Seguramente muchos conocen esa situación cuando, debido a los nervios, sentimos dolencias estomacales. Este efecto surge por el incremento de la cantidad de hormonas durante el estrés.
Una investigación de la Universidad de Texas mostró que la microflora intestinal es afectada por el nivel alto de los estrógenos. Otros estudios descubrieron que el nivel elevado de las hormonas de los ovarios pueden ser causa de calambres y dolores estomacales.
9. Ataques de hambre incontrolables
Nuestro cuerpo produce una serie de hormonas que son responsables por el apetito. El desequilibrio de estas genera un apetito incontrolable.
Los médicos descubrieron que, para controlar el hambre, debemos tener las hormonas leptina y grelina equilibradas. La leptina reduce el apetito cuando hemos comido algo, mientras que la grelina, al contrario, nos ayuda a entender cuándo debemos comer.
10. Problemas de memoria
Varios factores pueden hacer que olvides cosas y que te resulte difícil enfocarte. Entre ellos están las hormonas. Nuevamente, el problema está en el nivel bajo de estrógenos y cortisol.
Las investigaciones mostraron que la reducción de los estrógenos puede provocar pérdidas de memoria, pensamientos confusos y dificultad para concentrarse. Mientras que el nivel de cortisol afecta mucho la memoria a corto plazo.
11. Cambios en los senos
Los cambios en el tamaño de los senos son una de las señales más serias del desequilibrio hormonal. La disminución notable del nivel del estrógenos afecta la humectación y la elasticidad de la piel. Como consecuencia, el pecho pierde su forma, volumen y cambia de tamaño.
Además, adentro de los senos mismos pueden aparecer formaciones duras que provocan incomodidad. El Instituto Nacional del Cáncer dice que los cambios en la glándula mamaria en las mujeres se producen muy a menudo y, por lo general, no se trata de casos oncológicos. Esto ocurre debido a cambios hormonales o antes de la menopausia.
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