En esta época del año, al hemisferio norte le corresponde el invierno, y países como Estados Unidos y Canadá saben que no está siendo uno normal, sino el más intenso en años. Sin embargo, a España llegará la primavera, al menos por unos días.
A partir este miércoles 17, se espera un radical cambio de temperaturas en buena parte de España. Amanecerá despejado en el sur de la Península y en el área mediterránea, tendiendo en el noreste de Cataluña y norte de Baleares a nuboso con posibilidad de alguna precipitación ocasional.
En el resto de la Península estará nuboso al principio, con lluvias en el norte de Galicia, el Cantábrico y Pirineos, tendiendo a remitir las precipitaciones y a disminuir la nubosidad de oeste a este, hasta predominar los cielos poco nubosos, salvo en el Cantábrico oriental y Pirineos.
Cambios en la temperatura
Las temperaturas diurnas estarán en ascenso en el sureste y en Canarias, al igual que las nocturnas en toda España menos en el noroeste. El caso de Granada es especialmente llamativo: las máximas rondarán los 20 grados tanto el miércoles como el jueves y las mínimas también aumentarán 4 y 5 grados, respectivamente.
Para el jueves 18, durante la mañana, la temperatura estará en ascenso en áreas de montaña del norte peninsular y Andalucía occidental, y con pocos cambios en el resto.
Así como el frío extremo y las nevadas inusuales en muchos sitios del mundo son una muestra de que algo malo está pasando realmente en el planeta; estos contrastes y pequeñas olas de calor en invierno son la otra cara de la misma moneda. Unos días de calor en invierno pueden ser un respiro e incluso sonar como algo divertido, pero la realidad es que son señales de alarma que nos da la naturaleza
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