Los árboles se convierten en alimento, lugar para poner nidos o de descanso para algunos animales.
Y no es raro que los animales se pinchen, enreden o se peguen a sus semillas al tropezar. Sin embargo, hay un árbol especial, ubicado en las aguas tropicales del Océano Índico y el Pacífico, que tiene un método más que tenebroso, logrando matar a muchos de los pájaros que aterrizan en sus ramas y evitando que se escapen.
Perteneciente a la familia Bougainville es un árbol nativo de Seychelles y otras áreas tropicales del mundo. Si bien parece un árbol normal puede ser letal para las aves. Se trata del árbol llamado Pisonia grandis y tiene una gran fama de asesino.
¿Una matanza sin razón?
Los expertos, como el ecologista Alan Burger de la Universidad de Victoria, Canadá, sostienen que en realidad no hay una razón clara para la matanza que realiza este árbol, sino que más bien se trata de un «capricho de la evolución».
Burger se enteró de la existencia de este árbol en la década de 1990 y viajó a la isla de Cousin en el archipiélago de Seychelles para conocer más sobre la población del árbol Pisonia grandis y sus colonias de aves.
El diferencial de este sorprendente árbol
Este árbol al igual que muchas otras especies, tiende a producir semillas largas cubiertas de un moco espeso y pequeños ganchos, generando que cualquier cosa que las roce se quede pegada.
Pero a diferencia de los demás, el árbol Pisonia tiene la habilidad de acumular las semillas rápidamente, impidiendo que los pájaros puedan moverse o volar.
Como resultado, la mayoría de las aves mueren al ser cazadas por un depredador pasajero, o de lo contrario se descomponen al pie del árbol.
Los pájaros se convierten en víctimas indirectas de la evolución, pero el árbol no se beneficia de este hecho.
Muertes sin beneficios
El ecologista David Burger experimentó e investigó durante años, para comprender si había un motivo por el que el árbol comete esta especie de asesinatos.
Pero lo que descubrió fue que el árbol en realidad no se beneficia de tener pájaros muertos cubiertos en sus semillas.
Además el ecologista encontró que las semillas que brotaban cerca de los cadáveres de los pájaros no lograban sobrevivir mejor o crecer más rápido que aquellas que crecían más lejos.
Por extraño que parezca, Burger encontró que las semillas que brotaban cerca de las carcasas de los pájaros no parecían sobrevivir mejor o crecer más rápido que las que crecían más lejos, por lo que no parece que las carcasas beneficien a los Pisonia.
Y por si eso fuera poco, el árbol recibe más fertilizante de los excrementos de las aves, por lo que le sirve mejor que estén vivos antes que muertos.
Tendemos a pensar que los rasgos o comportamientos de las especies de la naturaleza son una evolución para un propósito específico, pero este árbol ha probado que su instinto asesino no tiene ninguna ventaja para su especie.
¿Sorprendente, no?
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