De un momento a otro Lauren no se sentía bien. Estaba con su menstruación y los síntomas menstruales estaban presentes. Ese mismo día por la noche estaba tan enferma que apenas podía pararse. Después de llamar a su hija y no recibir respuesta, la madre de Lauren se preocupó y envió a la policía a su casa, donde encontraron a Lauren boca abajo en el piso de su dormitorio. Fue llevada al hospital con fiebre de 107°, había sufrido un ataque cardíaco masivo y sus órganos internos estaban dejando de funcionar. Estaba a minutos de la muerte. Un especialista en enfermedades envió su tampón al laboratorio, que resultó positivo para el síndrome de shock tóxico.
Lauren fue puesta en un coma inducido médicamente. Su estómago estaba hinchado mientras se le bombeaba con líquido para eliminar las toxinas que corrían por su cuerpo.
“Mi vientre era enorme. Tenía tubos por todas partes. Es el dolor más insoportable que he tenido jamás – no sé cómo describirlo.” Dijo la modelo.
Lauren perdió su pierna derecha de la rodilla hacia abajo debido a una gangrena, un efecto secundario del síndrome de choque tóxico, así como los dedos en su pie izquierdo. Tiene que tener frecuentes cirugías como mantenimiento, y hay una alta probabilidad de que también su pierna derecha deba ser amputada después si no lleva el cuidado requerido.
“Quería suicidarme cuando llegué a casa”, dijo Lauren, después de enfrentar las consecuencias psicológicas de perder una extremidad. “Me tomó un tiempo para averiguar si todavía era digna, si todavía era bonita”.
Ahora es una activista que trabaja para educar a las mujeres sobre los riesgos del Síndrome de choque tóxico, incluso con el uso apropiado del tampón. Ella espera ser un catalizador para el cambio en la industria del tampón, haciéndolos más seguros para que las mujeres los utilicen.
El Síndrome de shock tóxico es una infección bacteriana que resulta de las toxinas producidas principalmente por Staphylococcus aureus, así como otras bacterias como el grupo A estreptococo. Aunque históricamente se asocia con un tampón superabsorbente, debes ya estar infectado por la bacteria estafilocócica para que desarrolles el Síndrome de shock tóxico, y se puede ver en niños, hombres y mujeres posmenopáusicas.
Síntomas del Síndrome de shock tóxico
Fiebre alta repentina
Hipotensión (presión arterial baja)
Sarpullido tipo quemadura, particularmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies
Vómito o diarrea
Confusión
Dolores musculares
Dolores de cabeza
Enrojecimiento de ojos, garganta y boca
Convulsiones
5 Alternativas a los tampones convencionales
Afortunadamente, tenemos un montón de alternativas a los tampones convencionales disponibles que son más seguros de usar y, a menudo mejor para el medio ambiente que las opciones convencionales para retener el flujo de la menstruación.
Almohadillas y tampones orgánicos / naturales
Este ejemplo obviamente no debe ser tu opción número uno, pero existen tampones naturales de algodón orgánico. Eso significa evitar los plásticos y rayones en las marcas tradicionales que son un caldo de cultivo para las bacterias malas. El uso de almohadillas o toallas en lugar de tampones no supone ningún riesgo para desarrollar el síndrome.
¿La desventaja de las toallas? Producen una tonelada de residuos, no se pueden usar mientras nadas, y puede ser francamente incómodo – cualquier mujer que alguna vez ha llevado una toalla en un día de verano caliente puede atestiguar esto. Asegúrate de elegir orgánicos, ya que el algodón es considerado uno de los cultivos más sucios del mundo para uso de pesticidas e insecticidas.
Copas menstruales
Éstas son copas reutilizables y blandas que caben dentro de la vagina. Son fantásticas para el medio ambiente y tu cartera, ya que sólo necesitan ser reemplazadas una vez al año. Las copas menstruales proporcionan protección de doce horas contra fugas y olores y son fáciles de insertar, una vez que consigues acostumbrarte a ellas.
Toallas de tela
Hechas con un revestimiento impermeable para evitar que la sangre se filtre en la ropa, las toallas o almohadillas de tela son seguras y confiables. Son reutilizables, pero requieren lavado. Algunas marcas tienen la opción de cambiar sólo un inserto en lugar de toda la almohadilla, sin embargo, está el obstáculo de qué hacer con la almohadilla usada mientras pasa tu día. Después de todo, no hay exactamente un buen lugar para almacenar toallas usadas en el trabajo.
Esponja de mar
Una esponja de mar es como suena – una esponja porosa que crece en el océano. Es un recurso renovable que puede durar hasta seis meses y se ajusta a la forma de tu vagina. Tienes que limpiarla antes de su primer uso para asegurarte de que no quedan restos de arena o mar.
Fuente: La vida lúcida
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